Descripción
Dirigente de la primera revolución proletaria de la historia (con el permiso de la Comuna de París) en la figura de Lenin se concentran excelentes -y múltiples- cualidades en un dirigente comunista y revolucionario; como por ejemplo, la de ser un teórico de la revolución, un gran estratega o un excelso propagandista y agitador. Por ello, en él no sólo destaca su trayectoria como militante político (al orientar su pensamiento político hacia la praxis concreta con una consistencia y sistematicidad que no se dan en otros casos) sino también la importancia político-práctica de la precisión intelectual y la coherencia racional a la hora de intervenir sobre la realidad. La historia exitosa del partido bolchevique se debe, en buena medida, a la diferenciación que Lenin establece entre el plano histórico y el político-práctico, entre el largo plazo y el corto-medio plazo, entre el interés general y la coyuntura particular para poder establecer la actividad política concreta.
Será el estudio de las prácticas sociales y políticas de acuerdo con las determinaciones históricas lo que dará cuerpo a su famosa frase de «análisis concreto de la situación concreta» que, resumidamente, puede definirse como el análisis de: 1) las condiciones objetivas y subjetivas de partida; 2) la dinámica del desarrollo social del capitalismo y de la lucha de clases; 3) la correlación de fuerzas de clase y; 4) el marco territorial en el que se actúa con su correspondiente superestructura política.
Y si esto se da en el curso de la revolución de 1905 y de 1917; su pensamiento no se quedará acotado a la realidad de la Rusia zarista sino que se pondrá en máxima tensión con respecto a la situación internacional del proletariado y las necesidades de la revolución proletaria mundial (teoría del imperialismo, creación de la III Internacional, posición frente a la guerra imperialista, defensa del derecho de autodeterminación etc.) a fin de lograr la más amplia unidad internacionalista entre la clase obrera rusa y mundial.