Descripción
La cuestión de la dialéctica es central para el marxismo, entendiendo esta como unos principios de estudio que nos ayudan a identificar el movimiento del pensamiento y el movimiento de la realidad (es decir, que permiten, a través del momento abstracto, explicar la riqueza de lo concreto y desentrañarlo). La realidad concreta no se presenta de forma inmediata, es necesario todo un aparato categorial, unas abstracciones, un estudio ordenado. El conocimiento, citando a Marx, siempre va de lo abstracto a lo concreto, y las formas que aprehende son formas de existencia: el movimiento no es un movimiento del pensamiento sino que también está en la realidad.
¿Esto quiere decir que todo estudio científico debe ser dialéctico? Sí, pero para romper con la visión metafísica que implica manejar una lógica de atribución de sujeto y predicado (en vez de una lógica relacional), para romper con el mecanicismo (y sustituirlo por una visión más orgánica), etc. Pero la dialéctica no va a dar absolutamente ningún conocimiento concreto de la ciencia, lo que da ese conocimiento es estudiar esa ciencia. La dialéctica nunca puede ser sustitutiva del “análisis concreto de la situación concreta” sino precisamente la exhortadora de este análisis, aquella que luche contra la metafísica y su naturalización del mundo capitalista y las relaciones actuales, y haga avanzar la ciencia. No podemos entender la dialéctica como una especie de superciencia, de aglutinador común de todas las realidades existentes.
La clave para la filosofía marxista es entender el carácter contradictorio de la realidad que nos rodea, desarrollar un método dialéctico a partir del movimiento de lo objetivo y lograr elaborar leyes históricas que expliquen el movimiento de la propia realidad (en palabras de Engels, las leyes son más concretas que la realidad inmediata, recordemos el carácter abstracto de esta); leyes que no se deben entender de una forma mecánica, suprahistórica y capaces de regir sobre todas las cosas (no se puede pensar en un conjunto fijo de leyes que se aplican sobre cualquier situación en cualquier condición material e histórica, esto es imposible), sino que deben entenderse como tendencias.
En esta antología, de carácter introductorio, incluimos el clásico de Valls Plana acompañado de otros desarrollos de la tradición comunista como Lenin, Sacristán, Luporini, el “Uno en dos” y Zhang Shiyung en China, y desarrollos más actuales como Zardoya o Pablo López. Terminamos con un poema de Bertolt Brecht como homenaje.